Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1860-1861 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 4 de abril de 1861
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 126, 2.178
Tema: Casos de reelección

El Sr. SAGASTA: Para rectificar.

Yo al hacer esta pregunta me he referido única y exclusivamente a las palabras que pronunció aquí uno de los presidentes de esas comisiones, el Sr. Monares, que es además Vicepresidente de la Cámara, quien nos dijo que hacía ya cuatro o cinco meses que estaban concluidos esos dictámenes, y que sólo faltaba el que se pusieran a la orden del día. En dónde está la falta, yo no lo sé; pero espero que la mesa lo averiguará y atenderá a mi excitación.

(Habla el Presidente del Consejo de Ministros duque de Tetuán.)

El Sr. SAGASTA: Siento haber excitado la bilis del Sr. Presidente del Consejo de Ministros; yo no he hecho cargo alguno al Gobierno ni le he mezclado aquí para eso; lo que he dicho es que podía pasar ese silencio cuando el Gobierno no contaba con tanto número de Diputados como ahora; y vea S.S. yo que no puedo ser ministerial, ahora quería serlo, y S.S. no quiere que lo sea.

Por lo demás, yo no me he referido a los dictámenes presentados últimamente, porque en once días, y la mayor parte festivos, ya conozco que no se puede hacer mucho.

(Hablan el Vicepresidente López Ballesteros, el Secretario Goicoerrotea, y el Sr. Aguirre.)

El Sr. SAGASTA: Voy a dar una explicación para que no crea mi amigo el Sr. Aguirre que yo he tratado de excitar su celo, el cual no necesita excitación de ninguna clase.

Yo me refería única y exclusivamente a los dictámenes concluidos, y a ese abuso, que verdaderamente lo es por parte del Gobierno. ¿Qué culpa tengo yo de que el Gobierno me presente a cada paso motivos de ataque? Apenas vuelve uno la cara a parte ninguna que no encuentre par dónde dirigirle un cargo. En el caso presente, par ejemplo, un Diputado recibe cualquier gracia del Gobierno; desde el momento está sujeto a reelección: pero si el Ministro no da cuenta al Congreso como por la ley debe darla, ¿qué resulta? Que el Diputado está aquí sentado y vota como si tal cosa, cuando creo yo que el Diputado por su propio decoro y dignidad, desde el momento que recibe gracia del Gobierno, debía abstenerse de volver al Congreso, por lo menos hasta que éste le hubiese declarado no sujeto reelección. Hay Diputados que han recibido gracias hace seis meses, un año, año y medio; el Gobierno por la ley tiene marcado un plazo, y corto por cierto, para que dé cuenta; no la da el Diputado, sigue tomando parte en votaciones importantes, cuando, repito, su dignidad debía prohibirlo: ¿de quién es la culpa? Del Gobierno que no cumple con la ley ¿tengo yo culpa de eso, Sr. Presidente del Consejo de Ministros? ¿Ha cumplido el Gobierno con la ley, sí o no? Pues ni el Gobierno ha cumplido la ley, ni en mi opinión tiene dignidad el Diputado que vote en el Congreso después que ha recibido gracia del Gobierno.



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